Hay años que te acarician… y otros que llegan como un vendaval.

Mi 2025 es de esos que te sacuden por dentro y te desvían la brújula cuando tú creías tener el camino marcado.
Quería impulsar mi emprendimiento, poner toda mi energía en crear, construir y avanzar.
Pero, por alguna razón, siempre aparecía algo que me frenaba. Una distracción pequeña pero constante, como si la vida me estuviera diciendo:
“No es por ahí… aún no”
Después del workshop de Ringana volví a sentir ese impulso de “ahora sí”… pero otra vez encontré pequeñas piedras en el camino.
Y llegó un momento en que entendí que no era la vida poniéndose en mi contra: era yo reflejando mi propio caos sin darme cuenta.
🧡 Yo y mi caos
Hubo un momento en el que dejé de mirar hacia fuera… y me vi de verdad.
Presté atemción a cómo me vestía, cómo me maquillaba, cómo me arreglaba… y vi que mi imagen estaba contando una historia que no era la mía.
Una historia de prisas, de desorden, de una versión de mí que ya no me representaba.
Fue entonces cuando entendí lo que -yo- no había querido ver;
Había perdido el rumbo de mi emprendimiento porque primero necesitaba encontrar mi propio rumbo interior.
Hice un detox de armario.
Un detox de maquillaje.
Un reset mental de mi manera de verme y reconocerme.
Y en ese proceso, en cada prenda que soltaba, en cada hábito que revisaba… fui soltando creencias asfixiantes.
Volví a mirarme al espejo sin sentirme disfrazada porque mi imagen comunicaba quién soy, y quién estoy construyendo.
Y desde ahí, volvió la confianza.
Y vislumbré

el camino.

Cómo he planificado mi próximo año

No lo he hecho desde la exigencia, sino desde la calma.
Solo he necesitado una libreta que me inspire a expresarme, una agenda y algunos rotuladores.
Ahí he ido volcando mis ideas, mis deseos y mis objetivos principales para 2026.
Pero esta vez lo he hecho de una forma diferente:
En vez de marcarme grandes metas que pesan,

las he ido desmenuzando en pasitos más realistas y asumibles.
Porque cuando los objetivos parecen imposibles: dejan de impulsarte para bloquearte..
Este año quiero avanzar, sí, pero sin sentirme asfiixada,
y sí
- con constancia.
- con disfrute.
- escuchándome.
Y por eso, este año quiero hacerlo acompañada de mi mantra:
VIVE Y VUELA SIN PRESIÓN

Un lema que me recuerde diariamente que se puede crecer sin correr, crear sin agotarse, y soñar sin exigirse más de la cuenta.
🌟 Mi moodboard para el 2026
Poner en palabras lo que llevamos dentro es el primer paso para ordenar .
El segundo, este moodboard: reflejo visual del proceso

✨ Te animo a crear un balance /visionboard / moodboard, y compartirlo conmigo, si te apetece
Gracias por estar al otro lado, por leerme y por compartir este espacio tan bonito que hemos creado juntas. 💚

🗓 Save the date…para que no se te olvide
🎄 El 24 me pasaré por aquí para desearte una Navidad qie te llene de luz ✨
Después, estaré de vacaciones hasta el 01 de febrero, cuando volveré con novedades que espero te gusten. ❣️
Porque este blog lo hacemos juntas, y tu voz también cuenta…

👉 ¿Te has sentido alguna vez así, como si tu imagen hablara de una versión de ti que ya no te representa?
👉 ¿Sobre qué te gustaría que se hablara en El neceser de Yume el 2026?
Cuéntamelo en comentarios o escríbeme por WhatsApp y me pondré a ello 😉(Me tienes a un click de distancia 👇).

¿Quieres conocerme mejor, y descubrir el mundo Ringana? Pregúntame: te leo
Este es tu espacio seguro. Aquí puedes hablar de todo, en confianza: ya sea en comentarios, o por privado (sólo tienes que hacer clic en WhatsApp, y me tienes lista para escucharte)
Si te gusta este tipo de contenido (anécdotas, reviews reales, confesiones sin postureo...) suscríbete al blog.
Así seguimos compartiendo -sin filtros-: y de tú a tú
¿Pero, porqué suscribirte?

Porque cada vez que hay nuevo contenido, lo recibes cómodamente en tu e-mail.
Porque leer es bueno para el alma
Porque es gratis.
Porque es tu granito de arena para apoyar mi contenido.

Nos vemos en comentarios o en tu bandeja de entrada 💌





Deja un comentario