
No es la primera vez que les dedico un post, y es que sin ellas no podría vivir. Por suerte, cada vez más, los materiales de que están hechas son de mayor calidad.
Teniendo en cuenta que estas útiles herramientas evitan que los cosméticos se contaminen y la piel sensible se irrite, es importante cuidarlas al máximo.
Si invertimos en maquillaje, y pinceles y brochas de calidad (y si no lo hacéis os lo recomiendo: os durarán muchísimo más), también es necesario invertir en efectivos gestos que os puedan ahorrar más de un disgusto:
¿Os maquilláis con productos cremosos o líquidos? Si la respuesta es sí, limpiad siempre esas brochas y pinceles
Guardad las brochas en una manta, neceser o bote (como prefiráis). Es mejor separar las que están limpias de las que no para evitar cualquier contaminación
Procurad limpiar sólo el pelo de las brochas y que el agua no llegue a la férula: evitaréis que se estropeen y se conservaran por más tiempo
Lo mismo ocurre en el momento de secarlos: mejor que estén encima de una toalla que ya no uséis y horizontalmente para que los restos de agua no estropeen la férula y el mango
Si bien es cierto que el champú y el agua caliente hacen maravillas para limpiar las brochas, os recomiendo también este producto de Bareminerals: limpia y desinfecta las brochas sin necesidad de aclarado (aunque elimina al 100% los restos de maquillaje en polvo, es mejor limpiar con el champú con productos líquidos)
Truco: si os cuesta un poco eliminar ciertos maquillajes de los pinceles, antes de lavarlos podéis usar un poquito de desmaquillante de ojos (o agua micelar), o también esta solución limpiadora